La tristeza, efectivamente, hay que aceptarla a nuestro lado como silenciosa compañera mientras intentamos con empeño seguir con nuestras vidas, pero nunca hay que dejarle ser guía o consejera puesto que ella sólo nos hará creer que no somos lo suficientemente buenos, que no estamos a la altura, que no podremos superarlo, que nada vale ya la pena...
El siguiente corto animado, titulado Fallin' Floyd, muestra de forma muy gráfica como un pequeño sentimiento de tristeza puede a veces convertirse en una importante depresión que interfiere en todas las áreas de nuestra vida y nos dificulta seriamente desenvolvernos de manera normalizada en los diferentes contextos y situaciones del día a día.